Es lejano el hecho de conocer a simple vista.
Quisiera declamarles amor siniestro, sincero y colorido,
Mostrarles lo diminuto grande y el fuego tibio
Enseñarles sangre azul y tormentas cariñosas
Ser menester de abrazos y coger el aire como suelo
Quisiera dar miedo, quemar miradas y cometer delitos
Ser lo más buscado, lo más parecido al poder jamás visto
Retorcerme en el cielo y escupir la tierra, ser estrella mañanera
Quisiera cantar mis versos y humedecerlos en miradas apasionadas
Ser profundamente alma colorida y dibujar sonrisas en los ocasos
Bendecir las almas vagabundas y profetizar amores
Quisiera ser poeta sucia y mujer amante, contemplar el agua roja y los versos imprudentes
Simples fuentes mencionadas, simples hechos escupidos.
Memoria, menester de lo predecible.
María José Rodriguez
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