Quisiera ser caballo en marcha
Pisar Claveles secos, agua llanto y hermosura caprichosa
Divisar a mi poeta y encharcarlo en virgen cielo
Culminar en el misterio de materia color crema
Ser dama en noche fría y silbar palabras que den vida
Cuidar música en mañanas, bailar para tus ojos
Estoy presente como aquellas huellas
Soy la dueña de todo lo habitable, la viuda misma, el rojo en pasta y lo bello de la muerte.
Proclamo que el cielo baje, que se muestre, que me juegue y que al ir entre besos; pueda bailar para tus ojos.
María José Rodriguez


